jueves, 3 de enero de 2008

California encabeza una cruzada contra Washington por las emisiones de los coches

California se ha lanzado en una cruzada, en la que participan otros 15 estados de EE UU, para que la administración Bush revierta una decisión tomada en diciembre que le negó el intento de establecer nuevos estándares más estrictos contra las emisiones de humo de los coches. La demanda devuelve el tema a los tribunales donde los estados han cosechado últimamente varios éxitos en sus constantes esfuerzos por doblegar a la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) en la lucha contra el calentamiento global.

El
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miércoles, 2 de enero de 2008

El principal problema es el rápido aumento de la población

Fuente Público
TONI POLO - Barcelona - 29/12/2007 21:00


Perforar el hielo, extraer muestras de hasta cuatro kilómetros de profundidad y leerlas. Ése es uno de los trabajos a los que se dedica Raymond Bradley, director del Centro de Investigación sobre el Sistema Climático de la Universidad de Massachussetts (EEUU).

"Lo que más me fascina de mi trabajo es estudiar el cambio de clima. Entender el pasado para comprender el presente", dice. "Hablo con el pasado", resume el biólogo. Y aquél le cuenta que en 20 años el planeta ha alcanzado la temperatura más alta del último milenio.


La actividad humana ha pasado a ser significativa en los registros climáticos del planeta. "Los volcanes, la energía del Sol, los casquetes solares... todos los fenómenos naturales han causado los cambios climáticos a lo largo de la historia", explica Bradley, y precisa: "La actividad humana nunca había sido tan importante hasta ahora".

El gráfico de la temperatura del planeta en los siglos pasados era una línea recta con altibajos: picos de temperaturas elevadas y registros más bajos, pero el resultado era, más o menos, horizontal. Ahora hay factores añadidos, como las emisiones de CO2 a la atmósfera y, en las últimas décadas, el gráfico ha ido trazando una línea claramente ascendente.


Para hacer el cálculo ha habido que averiguar la temperatura de la Tierra en distintas épocas. "Sólo tenemos termómetros desde hace unos 150 años", reflexiona. "Para remontarnos en el tiempo tenemos que buscar lugares sensibles a las temperaturas y encontrar indicios con los que reconstruir cómo era en el pasado", detalla.

Estas pistas son archivos naturales. "Reconstruimos la temperatura de la Tierra en diferentes lugares", comenta Bradley. "Según las especies de organismos presentes podemos deducir qué temperatura había en el pasado, ya que cada organismo necesita unas particularidades climáticas. A partir de estos datos podemos retroceder en el tiempo, extrapolar registros y dibujar un mapa climático global".


La importancia del hielo
Por encima de los archivos de los que habla Bradley está el hielo, porque proporciona datos mucho más precisos que cualquier otro elemento: "El hielo es perfectamente limpio. Estudiamos el agua pero, además, los gases que han quedado atrapados en pequeñas burbujas. Ahí encontramos metano, que es uno de los mejores indicadores de las temperaturas, y también oxígeno y CO2". Según la profundidad a la que se hayan encontrado, corresponden a una era, igual que en los estratos en la tierra.

Los resultados no son muy halagadores. "Es preocupante, claro que lo es", afirma el científico. "¿Si soy optimista con vistas al futuro? En cuanto a la actitud y la actividad del ser humano, todo lo contrario. El principal problema en la lucha contra el cambio climático es el rápido aumento de la población, porque no sé cómo se puede parar".

Pero para Raymond Bradley, hay esperanza: "Lo que me hace ser optimista es la tecnología", reconoce. "En 10 años se ha avanzado mucho y se han aportado ideas de energías renovables: el viento y el Sol, sin ir más lejos, en España". Tal vez falte que la gente se conciencie, a pesar de que se ha hecho mucho por divulgar...

"Es evidente que Al Gore ha hecho un gran trabajo con su documental Una verdad incómoda pero luego hay que conseguir que los ciudadanos adopten esos comportamientos", dice. Indignado con Bush Bradley se muestra muy crítico con la política de su país a este respecto: "Es una lástima que a la Administración Bush no le preocupe apenas el calentamiento global", se queja. "No he participado directamente en la reciente reunión de Bali. Pero Bush ha mantenido su postura contra el límite en las emisiones de CO2. Da la impresión de que quiere retrasar el acuerdo y que tome la decisión el siguiente Gobierno".

Pero también en este sentido Bradley detecta buenas vibraciones: "Están pasando muchas cosas en los EEUU. Hay muchos Estados, como California, que han formulado leyes para limitar las emisiones de CO2. Otros están exigiendo límites a las centrales de energía. El cambio climático está siendo discutido por todos los candidatos a la presidencia, por lo que espero que las cosas cambien una vez Bush haya dejado la Casa Blanca".